En la hora de los sueños
se aflojan las penas
y se esconde el silencio.
En la sombra de la almohada
se siembran las letras
y germinan los besos.
Surcan las palabras
entre Morfeo y
las hadas.
Y el dueño de mi deseo
sopla y susurra sus
anhelos,
en la penumbra.
Cuando no tengo papel,
cuando no tengo teclas.
Es cuando te presentas
y te coloreo con mi pincel,
en el lienzo de las sábanas.
Esperando hacerlo mañana
en tu piel…
En la hora de los sueños
cuando duermen los miedos,
te vuelves zalamera,
y yo te permito
que pasees por mi piel.
Y te recorren mis dedos
en mi quimera.
En la hora de los sueños,
es cuando estás a mi vera.
Y vuelan mis besos,
hacia ti,
cuando te susurro
mis versos.
Fotografía los Barruecos. Malpartida de Cáceres.