Después de haber relatado la crónica de la cena de Pedrito con mi amigo Bertín, no me quedaba más remedio que hacer lo mismo con la de Mariano, así pues ayer por la noche estaba ávida de que empezara. De hecho, me estuve tomando una cerveza con una prima mía, y comentando el plan de la noche y el programa del otro día, terminé diciendo que me tenía que marchar pues me tocaba cenar con Mariano, y no quería perderme nada para poder escribir después una pequeña crónica, y la respuesta de mi prima fue: “claro, es verdad hay que leerla”. Así que con impaciencia sentada frente a la tele, pensando si Marianito me habría hecho caso en lo que yo le aconsejaba o no, y si habría leído mi crónica, o alguien le habría pasado un pequeño resumen, como le hacen con la prensa cada día. Y es que lo que se ve en las pelis ambientadas en el Ala Oeste de la Casa Blanca, sobre que hay un departamento con un chico monísimo y una tia estupenda y con gafas que se leen todos los periódicos, sus editoriales y artículos de firmas de postín y le pasan un boletín a primera mañana al presi con lo más importante de las news del today, no es mentira. Y es más, eso no solo se lleva en los EEUU, sino que también lo usan ancá Mariano, y claro seguramente mis notas del otro día también habrán estado en ese boletín.
Empezó el programa y ahí estábamos Bolota y yo mirando la tele, ella claro con menos ganas que yo. Todo hay que decirlo, está super enfadada con la política, desde que en su Portugal los partidos perdedores se han olvidado de los resultados y han quitado a su presidente del gobierno. Opina que eso es un fraude a la ciudadanía, y una mentira enorme, porque la noche electoral nos pasamos unas cuantas horas viendo la RTP – ella como es normal porque tenía interés en la situación de su país de nacimiento, y yo claro por practicar su lengua — y así escuchamos los discursos de los perdedores que claramente decían que dejarían gobernar al ganador. Algo que me llamó muchísimo la atención, además de que todos terminaban cantando el himno y diciendo Portugal, Portugal, Portugal. Bolotinha ante esto me miraba y decía: No ves, no ves…no meu pais ninguem têm vergonha dizer gosto de Portugal, y yo llevo ya dos años a este lado de la frontera y aún no he visto estas cosas aquí.
Las primeras imágenes del programa nos dieron un paseíllo por las estancias de la Moncloa, quizás hecho para ofrecer una visión distinta a la que han fotografiado los camaradas del Coletas cuando fueron a la Moncloa, que se pasaron haciendo selfies por todas las habitaciones, y junto a todos los objetos decorativos existentes, y luego colgándolas en su twitter. Y claro en ese circuito, salió la sala de reuniones del Consejo de Ministros, y esa mesa de juntas tan grande y alargada. Era como la del anuncio del Centella, que no sé si recordáis donde le pulverizaban el espray y acto seguido la señora de la limpieza se tiraba sobre ella en plan resbaladera para sacarle brillo…y así divertida ahorrarse esfuerzo de pasarle el paño del polvo. ¡¡¡Era la misma!!! Y estaba reluciente, pero mi madre cuando la vió soltó: Y toda esa gente viene esta noche a cenar. Le salió del alma. Yo creo que se imaginaba que todos los que normalmente están sentados en la mesa iban a ser los comensales de la noche. Mucha gente pensaba ella, y seguramente pensó que le tocaría a ella guisar para tantos y que no tenía la despensa dispuesta. Se asustó, y tuve que decirle: no te preocupes mamá, solo viene a cenar Mariano, y además cocinan ellos.
Llegó el momento y Mariano llamó al telefonillo, y Bertín le dijo: Empuja fuerte que está duro. Lo mismo que solemos decir el resto de la humanidad. Cruzó el jardín con paso firme y ligero, y con la bolsita de papel en la mano. La llevaba con garbo, y como primer detalle a mí me gustó eso de llevar algo, porque supuso algo de normalidad que habitualmente es lo que suelen hacer las personas educadas cuando son invitadas a casa ajena, presentarse con algún presente, algún detalle a base de vino, algún aperitivo o un postre, la empanada….
Con ese detalle se intuía un buen comienzo, y es que a Pedrito el otro día se le olvidó o no estaba al tanto en esas cuestiones de educación y buenas costumbres. Quizás debe ser eso la normalidad de la educación progresista. Pues mira, con eso se va ganando Mariano a parte de la audiencia.
Se confirma que los asesores de ambos deben compartir ideas en cuanto a la etiqueta. Camisa blanca, coincidieron. A Dios gracias, a Mariano no le vimos en leggins. Hizo bien.
Se pregunta Bolota que qué atracción tendrá el sofá de Bertin, que todos a la mínima se apoderan de él, y pierden casi la verticalidad. Y esos cojines, deben tener un tacto gustoso, porque los abrazan aunque estén en casa ajena. Mira Bolota, entiende que no podemos criticar eso, porque podría haber sido peor si a ambos políticos les hubiera dado por imitar la confianza de Mariló Montero, y de Arturo Fernández…no me imagino yo a Mariano en la cama tirado contestando a las preguntas de Bertín, y llamándole chatín y chatín. Asi que de ahí no vamos a pasar.
Mariano resultó un tipo simpático, más de lo que pensaba yo y probablemente la mayoría de la gente. En algunos momentos me pareció bonachón y hasta me lo imaginé vestido de Santa Claus con su barba blanca. Me resultó llamativo que todos los invitados políticos de Bertín, se quiten la chaqueta. Me refiero a quitarse la chaqueta, no a cambiarse de chaqueta en sentido político. Porque en España parece que nadie se ha cambiado de chaqueta. Que recuerde yo, el único que hablaba de ello fue Vizcaíno Casas con lo de Camisa Vieja a Chaqueta nueva…me susurra Bolota que también Cayetano Martínez de Irujo que su madre decía que cambiaba de novia como de chaqueta. Pues sí, los políticos que mandan, en casa de Bertín se quitan la chaqueta y dicen que porque hace mucho calor. Lo cual señores está en contra de lo que el gobierno ha recomendado a todos por lo del ahorro energético y el cambio climático. Ajustar la calefacción a 22 graditos para no tener que estar en casa con ropa veraniega y en mangas de camisa. Así que ahí le tengo que dar un suspenso a Marianito y Bertín, por no cumplir lo que nos predican. Y de calefacción no quiero hablar más, porque ando enfadada con ese tema….y en mi casa pasando frío…y no sigo.
Me gusta escuchar a los gallegos, gallegos, gallegos….y Mariano estuvo muy gallego, con ese sentido de humor y esas frases que muchos no entienden, porque parece que le da mil vueltas, y es que yo creo que los gallegos hablan para gente inteligente.
Me quedé alucinada con que dijera que solo se lleva unos meses con Bertín, quién lo diría…y su fantástica memoria para acordarse de fechas, se nota la escuela de las oposiciones. En algunas cosas tengo claro que ha debido leer mi post, porque mencionó hasta el Carbaliño. Del deporte y la gimnasia, creo nos hemos enterado de facetas inimaginables de él. El senderismo y el paso acelerado. Se le vio como una persona que disfruta con el andar y recorrer caminos y paisajes. Bastante cercana y con los pies en la tierra. Me gustó eso. Menos mal que ha sido natural y no ha dicho running que es lo que seguro algún asesor le hubiera aconsejado que dijera para ganar un puñao de votos. Porque en España ahora mismo parece que no eres nadie si no haces running. Ya no existe ni el correr de toda la vida. No, ahora es running.
Escucharle decir que se fue a Ibiza de joven en plan hippy con flores y porros, y que a su padre, que debía ser de la misma escuela que el mío, no le hizo ninguna gracia, fue sorprendente para mí. Y es que no me lo imagino en ese plan, ni creo que la oposición que tanto ha incluso ridiculizado a este buen hombre, lo sospechaba.
Dos detalles me llamaron la atención y me gustaron ambos. Cómo habló de sus padres, de su familia. Me gustó mucho el cariño con que recordaba al padre y el que conviva con él en la Moncloa.
También me sorprendió que no criticase a la oposición y en tiempo electoral quién es el rico que no aprovecha la oportunidad…. Si hasta habló bien de ZP. Ahí tuve que restregarme los ojos para ver si estaba viendo lo que veía. Con lo difícil que es no hablar del desastre que ese hombre ha supuesto para nuestro país. Sorprendente.
No intentó lanzar sus puyitas como Pedrito el otro día, ni buscó el voto directamente. Es más pareció bastante humilde y sincero por reconocer que se habían equivocado, y que no habían sabido explicar muchas decisiones tomadas en estos años tan duros. Reconocer los errores es de hombres sabios. Pareció un hombre llano y sincero, dispuesto a que la audiencia lo conociera realmente, y que no había ido a casa de Bertín a hacerse el guay y el estupendísimo, para engañarnos como a chinos.
Llevó la empanada ya hecha, otro punto que se ganó y reconoció que él en la cocina cero, y que la receta era de la suegra. Otro punto más por ese detalle con las suegras de España, que también votan.
Le gustaron los cuchillos de Samantha, sobre todo el color pero no se le vio muy diestro con ellos. Pero no hizo el paripé de la piña del otro día, y se limitó a cortar el queso que es más sencillo. Bertín hay que aprender a encender la vitro que así no podemos estar en todos los programas.
Mariano no fue a echar ningún discurso, hizo bien. De hecho en varios momentos comía y hablaba a la vez. Es decir hablaba con la boca llena. ¡Bien hecho Mariano! Porque cuando uno está relajado y a gusto, lo hacemos todo el mundo. Y el que diga lo contrario, miente.
Entre mejillón y mejillón – y hago inciso para suspender a Bertín en los mejillones, no hay cosa más sencilla que hacerlos al vapor…si hubieras tenido que limpiarlos y rasparlos…. Pero así….. un cero, pero a ti te lo perdono todo Bertín – le preguntó quién te cae mejor Pedro sanchez o yo…a mí me sonó aquello a lo que nos decían de pequeños: A quién quieres más a papá o mamá…… y nosotros decíamos: “ a ia ay ay “, porque nos daban un pellizco a la vez que hablamos. Yo creo que se quedó con las ganas de decir que Bertín, se partió de risa, y como buen gallego dio un rodeo y nos quedamos sin escucharle la respuesta. . coincido con Bertin en que no ha hablado mal de nadie… y eso dice mucho del personaje. Quizás no sea lo aconsejable en periodo de elecciones, pero a mí me da que denota la calidad humana.
Me quedó por saber si a la Merkel le dieron pimientos picantes, porque ya se sabe que de Padrón unos pican y otros no….
El futbolín estuvo bien elegido como deporte. La petanca era la otra opción, pero como es más francés, la descartaron. No sé si es deporte o juego. Pero antiguamente y no tan antiguamente, cuando yo era pequeña, no se iba a jugar al padle y se iba a los futbolines a jugar y a lo billares igual. Y mucha gente sigue añorando esos salones, y a veces se quedan con la gana de tener un futbolín en su casa. En la Moncloa deben jugar porque le dio un buen repaso a nuestro amigo Bertín.
Ahora pienso que quizás Bertín debería dar una pausa a los políticos, porque sinceramente al coleta morada no le pega ir a cenar a su casa, ni a la mía tampoco. Y no creo que Fabiola lo permita. Y hace bien, porque tener en tu casa a un defensor del chavismo y del sufrimiento del pueblo de Venezuela, yo tampoco lo permitiría.
Y Albertito, que seguro que está deseando que le inviten, debería quedarse con las ganas, y esperarse. Esto es para los profesionales, no los aficionados. Él iría de vedette y en plan Suárez, cuando aún no es nadie, ni tiene merecimiento aún para ello.
Me gustó la entrevista, debo confesarlo abiertamente. Y me gustó porque vi a una persona muy cercana y natural, nada que ver con la imagen que diariamente nos han intentado vender de él. Así que considero un éxito el programa y también un éxito de Bertín por saber llevar la conversación de forma distinta a la que suelen hacer las estrellas mediáticas del periodismo político. Podían haber elegido para cenar mejillones en escabeche, pero está claro que eligieron al Natural. Y estoy segura que algunos pensaban que resultaría una escabechina. Y qué va, todo resultó muy natural, como los mejillones al natural.