Quo Vadis?

Hoy venía encantada y con ganas de escribir, que hace ya mucho tiempo que no le dedico yo el tiempo suficiente (y valga la redundancia, que se dice en ambientes muy IN, intelectuales claro, y queda supermegacultureta…..). Pues eso, que venía con ganas darle trabajo a mi teclado. Y en esto, que mientras esto escribo se me vuelan las ideas. Y de todo aquello que tenía pensado escribir, ya ni me acuerdo. Y es que a veces la inspiración es como la brisa marina, que viene y se va. Y, o la pillas en el momento y apuntas en un papel;  o se escapa sin remedio. A mí me vienen las ideas para escribir de cuando en cuando, y en lugares un poco raros.

No, no voy a decir en el wc. Eso ya está muy en desuso y apenas se hace.  Con  lo de apenas se usa el wc, no me estoy refiriendo a su función relacionada con las cuestiones fisiológicas, que sigue siendo las habituales, y yo diría que en este país cada día somos más caguetas. Así que no es eso, porque aunque antes el wc se usaba también para leer el Hola y revistas varias del colorín, ahora se usa para guasapear y de paso que se caiga el celular  – me gusta más esta expresión tan sudamericana- y así se tiene una justificación para tener un nuevo iphone. En mis tiempos  adolescentes si alguien hubiera pensado que se iba a decir tanto eso de «se me ha caido algo al váter», no le hubieran creído. De hecho creo que le hubiéramos llamado idiota.

Hoy ocurre lo contrario, es una expresión de lo más socorrida y casi te sientes tonto si no eres uno de los que se les cae el móvil aguas abajo.  También hay personas que ante tantas ocasiones empieza a decir simplemente que se le ha mojado el móvil. Pero hacedme caso. Cuando alguien usa esa expresión del «se me ha mojado», lo que realmente quiere decir es que se le ha ido al váter.  Lo tengo comprobado empíricamente.

De lo que aún no me he cercionado, y si es posible tirar del rollo de papel higiénico con una mano, e intentar con la otra cortar un pedazo, todo esto sin soltar el iphone. Y si por este motivo, termina éste en el váter. O si la forma de caerse es que mucha gente suele entrar el móvil en el bolsillo trasero del pantalón, y  al subirse el pantalón  cae encestando  una canasta que vale más que una de tres puntos  al momento de la bocina de fin del partido.  Tengo que seguir investigando para poder consolidar mi teoría.

Pues como decía, a mí no me vienen las ideas en ese momento en el váter.  Qué va, a mí me suelen venir, o viendo algún programa en la tele. Normalmente los telediarios o telenoticieros que dicen allá, eran muy buenos inspiradores. Pero ahora más que inspirarte los noticieros no solo quitan la inspiración, y las ideas, sino que más bien hacen entrar en modo pánico sobre la deriva de este mundo, y de la humanidad.  Porque hay que ver, y no hace falta ser demasiado observador para darse cuenta de la pena que es ahora mismo cualquier programa informativo. En España pones la tele a la hora de la comida, y todo son sobresaltos: Violencia en aulas, acoso en consultas médicas, en metros, contra las cajeras del Carrefour, contra el fundador de Mercadona, contra  Amancio Ortega porque dona lo que otros quisieran tener para sí mismo y que nunca donarían. Porque aquí el odio al que sobresale o  gana dinero llega al nivel de: Lo tuyo es mío, y lo mío, es mío…..violencia de género, ya sea mujer o animal. Violencia, delitos, cohecho, corrupción, prevaricación, malversación, estafa, fraude, imputaciones, detenciones, registros, prohibiciones….todas las formas recogidas en el código penal forman parte ya de nuestra vida cotidiana. Y de repente todo el país se ha sacado las oposiciones de magistrado juez, y de fiscal, sin haber pasado ni siquiera por una facultad de Derecho.

Así es España, el país donde todo el mundo es maestro de  todo. En otros países la gente puede ser aprendiz de todo, pero aquí no. Aquí somos todos médicos, todos jueces, todos fiscales, todos ingenieros, o todos arquitectos. Aunque nuestra única formación académica  haya sido la barra de un bar, la cola del Inem, o las manifestaciones  convocada por no se sabe quién.

De verdad, da pena ver la prensa con titulares escandalosos. A cada cual más manipulado y buscando el enfrentamiento. Da pena ver la tele, con programas absurdos dedicados no ya a informar, sino a desinformar buscando la pelea de un periodista contra otros, o contra invitados. Donde se baten políticos que tienen la misma formación y experiencia  que la masa votante, cero. Donde  una hora de telediario, se ha convertido en 45 minutos de noticias escandalosas, 10 minutos de fútbol, y 5 minutos de información meteorológica.  En la parte informativa del deporte, mayoritariamente de futbol, también se atiende al conflicto y la violencia. Se habla de los previos, y de los torna partidos, y en lugar de informar de la gran jugada, o del paradón que hizo tal o cual portero, lo único que se pretende es azuzar a la hinchada contraria con declaraciones explosivas contra el contrincante, contra el entrenador o contra el árbitro. Y ya dedicamos mucho tiempo también a ver cómo padres de niños se enfrentan  como animales en partidos de benjamines.

No sé si han caído en la cuenta de todo ello, hagan la prueba.  Además de todo eso, las noticias y los programas se rebaten a base de twets  que gozan ya de mayor poder que lo que única persona pueda decir ante un micrófono o mirando a los ojos al público. Como si la vida de alguien o de un país se pudiera condensar en 140 caracteres.

El primer paso contra la clase política, las élites empresariales  ya está en su recta final, luego vendrá el siguiente contra la clase judicial, y contra la periodística. Porque aquí como en la vida misma, el que siembra vientos, recoge tempestades….y si escupes al cielo, terminarás por sentirte salpicado, lleves toga o pluma.

Lamento decirlo, pero el mundo camina a pasos agigantados hacia un desastre. Estamos envueltos en una deriva global que solo puede tener un final con mucho dolor, persecución y sufrimiento.  No quiero ser pesimista, es solo lo que veo. Aunque también hay que pensar, que ese final será también purificador y triunfante.

Es decisión nuestra elegir la dirección hacia la que queremos caminar. Hacia un lado se encuentra la guerra y el desastre total. Y  hacia el otro, MIR, MIR, MIR.

Un comentario Agrega el tuyo

  1. brestandglory dice:

    Pues sí, está en nosotros elegir, y yo confío en el ser humano, y en el amor del que estamos hechos. Gracias por escribir.

    Me gusta

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