En cada luz…
En cada puntito
brillante del cielo,
que se asoma sobre
la negra sombra tizona,
como algodón
que suaviza y difumina
el carboncillo.
En un lienzo azulado
que persigue borrar
pinceladas,
hasta el blanco del amanecer…
Ahí están mis estrellas
Ahí están ellas.
Ellas las más bellas.
Ellas que salpican de luz el cielo.
Ellas que como lágrimas rocían
de ilusiones el mar de pena,
que negro y oscuro,
sostiene a la luna…
mientras espera.
En esta noche de julio,
cuando menguante se presenta.
Como una cuna
para mecer a mi sueño.
Entre sus vértices
te mezo yo a ti.
Y los luceros te arropan
con una nana.
Escuchas el silbido
del aire del sur,
que despeina tu
cara clara y serena.
!Ahí está mi estrella!
Ahí está ella.
Ella las más bella.
Ella que te encadena el alma,
Ella que deja tenue huella,
cuando se pasea de puntillas.
!Salpícame luna bella!,
sumérgeme en tu mar de cometas
para que yo centellee ,
con tu brillo.
Y al atisbo del día,
yo repose contigo.
Cuando mengua la luna,
te haces creciente.
!Mirarte es mi fortuna!