🌷🍃🌷 Chiara Corbella🌷🍃🌷

Cuando conocí por casualidad la historia de Chiara Corbella, vi una foto suya rezando y sosteniendo un rosario, estaba entre piedras sentada. Pensé quién sería esa chica concentrada en el rezo con su parche como una pirata y con un rostro sereno que traducía una sonrisa ténue. Me entró curiosidad y pinché enlace , tras enlace. y entonces vi más fotografías y releí algo de ella.
Era fácil reconocerla que estaba en la cruz azul rezando. Me era familiar el lugar.
Estaba en Međjugorje, en el Pdorbno. La colina de las apariciones, también se le conoce de las lágrimas.
Porque allí lloramos muchos, no solo por sufrimiento, también por liberación y alegría. Pero las mayores lágrimas son las que ha derramado la Santisima Virgen, nuestra querida madre por el sufrimiento del mundo y que le causamos sus hijos.
Reconocí a Chiara en ese lugar. También la reconocí subiendo el Krizevac. Entonces no sabía yo que ella subió esa montaña abrazada a su propia Cruz. De hecho ella llevaba su cruz y la de muchos. De su marido y sus dos hijos muertos. María Grazia y Davide.

Al verla, sentí que su cruz era compartida por varias mujeres de Jerusalén cuando yo he subido esa montaña.
» Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por Él. Jesús se volvió a ellas y Les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por Mí; llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán:

“Dichosas las estériles y los vientres que no dan a luz, y los pechos que no han criado”.

Tengo que reconocer que la Octava estación me persigue desde la primera vez que subí allí. Y me ha ayudado tanto, que me sorprende que pasen tantas Diosidencias con ella.
Busqué su historia, me empapé todo. Buceé en Internet buscando su libro. Entonces no estaba publicado en español. Yo reconocía su vida, y estaba fascinada. Pero tuve que esperar….hasta que lo encontré. Y entonces leí, lloré, me maravillé, recé junto a su cama, fui montada en moto junto al padre Vittorio camino del hospital para asistir a un parto suyo. Asistí al funeral de sus hijos. Me encantaron sus oraciones y el recordatorio del funeral de María Grazzia y Davide…..

Recé, sonreí y pensé para mí: será Santa. No me cabe duda.

También la vi sentada al pie del Cristo Resucitado. Sentí que Él le abrazaría con sus inmensos brazos de bronce. La vi meditando como yo lo he hecho allí.
Cuando escucho los violines en la misa o en la Adoración, recuerdo que ella estuvo participando con su música y violín.
Fue a Međjugorje y allí encontró respuestas, paz y Amor. Además de a Enrico. Buscaba la Paz.

El libro absolutamente recomendable es tan, tan bonito y a la vez profundo, que a mí personalmente me hacía desear no terminarlo. Por eso a mitad del libro empecé a dosificar la lectura. Varias, pocas hojas. Que tarde en terminarlo.
Y pensaba para mí muchas veces. Es fuerte, muy fuerte. Mucho sufrimiento. A veces demasiado duro. Pero a la vez bello. Su defensa de la vida, el amor hacia TODOS. Y Dios a su lado.

Leedlo por favor. Y guardarlo para que algún día tú también puedas decir. Sabía que sería santa.
Según dicen Simone y Cristiana, los amigos de Chiara que escribieron el libro siguiendo las indicaciones de ella, el secreto de Enrico y Chiara era la Consagración a la Stma. Virgen.

Y yo sentí a Chiara en los mismos lugares que ella pisó. Sólo unos años después que ella. Ella fue varias veces a Međjugorje, y allí conoció a Enrico. La última, unos meses de nacer para siempre.

Siento una gran alegría. Tengo una aplicación en el móvil que me avisa cada vez que hay un nuevo mensaje de la Gospa. Me la descargué como hice con otras de cualquier tema. Cuando la abro, y lo hago con cierta frecuencia, siempre sale: Sí supieras cuánto te quiero llorarías de alegría.
Al cerrar sale: Dedicado a Chiara Corbella-Petrillo, y una oración…..la que figura en una de las fotografías que acompaña a este texto.

MRR.